Solo quiero aferrarme a esos labios
morderlos y no soltarlos.
Y atraparte con mi mirada.
Ven, deséame, porque tú y yo somos uno.
Fundidos como metales,
mezclados cómo un cóctel afrodisíaco.
Y siénteme, ayúdame a no olvidarte
y arrancarme las indecisiones con solo un beso.
Y hazme sentir vivo,
como flor en primavera o brisa al mediodía.
Siente la euforia correr por tus venas, junto a mi.
jueves, 28 de abril de 2011
miércoles, 6 de abril de 2011
Capítulo dieciocho: Rage
Y dejo que la rabia y la indecisión me coman por dentro, que me consuman, ya que mi existencia es mera mofa de un ser todopoderoso con pocas ganas de hacer nada.
Y dejo que tus quejas partan mis tímpanos con un brutal pitido, ya que todo ser es creído superior a mí.
Y dejo que el aire oxide mi alma, ya pues no me la merezco, ni todo lo que conlleva con ella.
Y dejo que se desplieguen mis alas, ya que así mi mente podrá volar libre, y saltar su inspiración desde lo más alto, hasta el vacío.
Y reviento por dentro, efecto de una implosión de emociones, que se mezcla como mota de polvo con el ambiente, dándole un toque más seco.
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